La Pintura




“El taller es el centro del universo del artista plástico; en él convergen todas las corrientes energéticas del macrocosmo; donde se desarrollan las ideas que nacen de lo más profundo de la razón humana”

El Autor en 1975

Nacer y renacer es un estado físico y mental, cuerpo e intelecto, la pintura nace y renace durante toda la trayectoria del devenir de la vida del pintor, se pinta plasmando colores sobre superficies físicamente aptas para ello, se pinta también llenando cada rincón de nuestra mente y de nuestro espíritu, con la multicolor gama del espectro y la multiforme fantasía que existe en el creador.

Auterretrato 1973


“Los primeros años se diluyen en la comprensión del arte como elemento estético; simplemente era una afición de la cual se nutría y permitía evolucionar como ser pensante”


La pintura de aquellos primeros años (70/80) y primeras experiencias con el color, el dibujo, el taller y el caballete, formaron un cuadro inolvidable de sensaciones y vivencias únicas para un adolescente en la búsqueda de una razón de existencia, y el sino de la interrogante más importante ¿Quién soy?

Retrato de mi madre 1973









La Pintura es una forma de expresión auténticamente fantasiosa, sea cualquiera de las muchas técnicas o escuelas de pinturas que han existido y existen actualmente, desde la rupestre en las oscuras cavernas hasta la más actualizada con las últimas tecnologías, siempre expresará la fantasía del artista creador.

Años de exposiciones y encuentro con la plástica nacional. Salones, salones, salones… cuando se expone, cuando se lleva al público aquello que haces en la intimidad de tu taller, siempre creará una carga de acontecimientos emotivos y todas las expectativas se abren al discurso que tu obra representa.





Por invitación de la Universidad Nacional Abierta en su XXV Aniversario, Centro Local Mérida, el 27 de septiembre del 2002; Expuso en el Salón de recepciones un conjunto de diez obras en mediano formato, en pintura al óleo; con un tema completamente figurativo. Las Cinco Águilas Blancas; obra literaria del insigne escritor Tulio Febres Cordero, fue transformada en realismo mágico de intensa evocación poética a través de la pintura; como un homenaje a su dilatada trayectoria en la literatura universal.


EL CIELO.


“Cinco águilas blancas volaban un día por el azul del firmamento; cinco águilas enormes, cuyos cuerpos resplandecientes producían sombras errantes sobre los cerros y montañas. ¿Venían del Norte? ¿Venían del Sur? La tradición indígena solo dice que las cinco águilas blancas vinieron del cielo estrellado en una época muy remota.” “Las cinco águilas blancas”.- Tulio Febres Cordero.



CARIBAY


“Eran aquellos los días de Caribay, el genio de los bosques aromáticos, primera mujer entre los indios Mirripuyes, habitantes del Ande empinado. Era la hija del ardiente Zuhé y la pálida Chía; y remedaba el canto de los pájaros, corría ligera sobre el césped como el agua cristalina, y jugaba como el viento con las flores y los árboles.” “Las cinco águilas blancas”.- Tulio Febres Cordero.


EL VUELO


“Caribay vio volar por el cielo las enormes águilas blancas, cuyas plumas brillaban a la luz del sol como láminas de plata y quiso adornar su coroza con tan raro y espléndido plumaje. Corrió sin descanso tras las sombras que las aves dibujaban en el suelo; salvó los profundos valles; subió a un monte y otro monte; llegó, al fin, fatigada a la cumbre solitaria de las montañas andinas.” “Las cinco águilas blancas”.- Tulio Febres Cordero



LA ESCALADA


“Las pampas, lejanas e inmensas, se divisaban por un lado; y por el otro, una escala ciclópea, jaspeada de gris y esmeralda, la escala que forman los montes, iba a morir en lontananza, bañada por la onda azul del Coquivacoa.” “Las cinco águilas blancas”.- Tulio Febres Cordero.

 

ZUHÉ


“Entonces Caribay pasó de un risco a otro risco por las escarpadas sierras, regando el suelo con sus lágrimas. Invocó a Zuhé, el astro rey, y el viento se llevó sus voces. Las águilas se habían perdido de vista y el sol se hundía ya en el Ocaso.” “Las cinco águilas blancas”.- Tulio Febres Cordero.

 

CHÍA


“Aterida de frío, volvió sus ojos al Oriente, e invocó a Chía, la pálida luna; y al punto detúvose el viento para hacer silencio. Brillaron las estrellas y un vago resplandor en forma de semicírculo se dibujó en el horizonte.” “Las cinco águilas blancas”.- Tulio Febres Cordero.



LAS ÁGUILAS BLANCAS


“Caribay rompió el augusto silencio de los páramos con un grito de admiración. La luna había aparecido y en torno de ella volaban las cinco águilas blancas refulgentes y fantásticas. Y en tanto que las águilas descendían majestuosamente, el genio de los bosques aromáticos, la india mitológica de los Andes moduló dulcemente sobre la altura su selvático cantar.” “Las cinco águilas blancas”.- Tulio Febres Cordero.

 

EL MISTERIO


“Las misteriosas aves revolotearon por encima de las crestas desnudas de la cordillera, y se sentaron al fin, cada una sobre un risco, clavando sus garras en la viva roca; y se quedaron inmóviles, silenciosas, con las cabezas vueltas hacia el Norte, extendidas las gigantescas alas en actitud de remontarse nuevamente al firmamento azul.” “Las cinco águilas blancas”.- Tulio Febres Cordero.

EL DESEO


“Caribay quería adornar su coroza con aquel plumaje raro y espléndido, y corrió para arrancarles las codiciadas plumas, pero un frío glacial entumeció sus manos: las águilas estaban petrificadas, convertidas en cinco masas enormes de hielo. Caribay da un grito de espanto y huye despavorida. Las águilas blancas eran un misterio, pero un misterio pavoroso.” “Las cinco águilas blancas”.- Tulio Febres Cordero.




EL DESPERTAR


“La luna se oscurece de pronto, golpea el huracán con siniestro ruido los desnudos peñascos, y las águilas blancas se despiertan. Erízanse furiosas, y a medida que sacuden sus monstruosas alas el suelo se cubre de copos de nieve y la montaña toda se engalana con el plumaje blanco.” “Las cinco águilas blancas”.- Tulio Febres Cordero.

 

A partir del año 1997, se inicia una nueva etapa en la obra del artista. El escultor Iván Balza se dedica a realizar estudio sobre el color y a participar en exposiciones individuales y colectivas, mostrando en pequeños formatos las nuevas inquietudes que salen de su taller. Pinturas y esculturas son exhibidas en diferentes lugares, produciendo aceptación en la concurrencia a sus exposiciones; a partir del año 2000, se dedica exclusivamente a la fabricación de esculturas fisiocromáticas de pequeños formatos y en pintura, a la experimentación con texturas.

Estudio Sobre el color
 



Texturas





Un tema recurrente en la realización de mi trabajo pictórico, es la utilización de los colores básicos del espectro cromático; en general, mi obra pictórica está saturada de los colores primarios: Rojos, Amarillos y Azules. Y los correspondientes complementarios: Verdes, Violetas y Anaranjados.